Los Transportistas de Granos Autoconvocados (TGA) terminaron esta mañana de desarmar los piquetes que habían formado en diferentes ciudades del país en reclamo de una tarifa para fletes fijada por ley con actualización por inflación, dado que se reunirán con el Gobierno la semana que viene. Según dijeron los propios manifestantes, después de deliberar todo el fin de semana en cada uno de los puntos de protesta decidieron levantar las medidas de fuerzas y volver a trabajar ante el compromiso de funcionarios del ministerio de Transporte de la Nación de recibirlos el 23 de este mes.
El ministro de Trasporte, Guillermo Dietrich, había puesto como condición para que su cartera reciba a los manifestantes que se levanten todos los piquetes y vuelva la actividad dado que los puertos y plantas de acopio y procesamiento de cereales estaban paralizadas.
La exportación de productos y subproductos del agro se estuvo paralizada durante tres días por el paro de transportistas y las exportadoras de cereales, oleaginosas y derivados calcularon las pérdidas en unos 1.000 millones de dólares para el país.
Unos 65 buques de carga que se encontraban varados en alta mar y en el Río de la Plata a la espera de poder atracar en los puertos, con un costo de alquiler entre 15.000 y 20.000 dólares diarios, comenzaron a moverse el domingo ante la llegada de productos a esas terminales.
Los puertos y plantas de acopio y procesamiento en el gran Rosario -el mayor polo de producción y exportación de aceites vegetales del mundo-, Bahía Blanca, Necochea y Quequén volvían así este lunes a la normalidad, a pesar del feriado nacional por la celebración del Carnaval.
Los transportistas que estaban en los cruces de ruta de provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Chaco y Santiago del Estero regresaron a sus casas para volver a trabajar al menos hasta el próximo 23 cuando se desarrollará una reunión clave.
El Gobierno intervino el viernes después de nueve días en el conflicto de los transportistas, acordando un aumento del 12,5% para la tarifa de referencia para los fletes con cámaras de camiones y del agro, pero los transportistas autoconvocados rechazaron ese incremento.
Los manifestantes más radicalizados piden elevar el tarifario entre un 28% y un 30% ahora y luego una ley del Congreso que precise una tarifa mínima de cumplimiento obligatorio, con control del Estado, y actualización periódica por inflación.
En el Gobierno rechazan esa posibilidad al señalar la ley del Transporte de Cargas (24.653) establece que el precio del flete de granos es de libre contratación; esa norma fue complementada por Cambiemos con la “tarifa de referencia”, establecida en abril del 2016 a través de la resolución 8/2016.
Además, una medida como la que reclaman los transportistas demandaría que el Gobierno envíe un proyecto de ley al Congreso para dar marcha atrás con la desregulación de la economía determinada por el Decreto 2284/91 impulsado por Domingo Cavallo durante la presidencia de Carlos Menem.
En el artículo 5º del primer capítulo, ese decreto dice: “Libérase y desregúlase el transporte automotor de cargas por carretera, como así también la carga y descarga de mercaderías y la contratación entre los transportistas y los dadores de carga en todo el país”, informó Ámbito.