Caída de la actividad y suba de costos por gasoil, peajes y presión tributaria definen la actualidad del sector. La buena noticia es la política de apoyo a la utilización de bitrenes
En un contexto de incremento de los costos de operación en el sector de transporte de cargas, la caída del nivel de actividad impacta de lleno en la rentabilidad de las empresas del sector. En el sector consideran que el volumen de carga transportada en productos de consumo masivo, uno de los principales motores de la actividad, se contrajo entre 7% y 10% respecto de 2013, el último año con buen nivel de actividad.
Pero, además, hay preocupación por el efecto que tendrá la importante sequía que se registró durante la presente campaña. “Por la seca de este año habrá 600.000 viajes menos de camión”, destacó Juan Aguilar, empresario transportista y secretario de Relaciones Institucionales y Prensa de la Federación Argentina de Entidades de Empresarios de Autotransporte de Cargas (Fadeeac).
Con este panorama por delante, en la actividad advierten que hay caída de la rentabilidad por la carga tributaria y los recurrentes aumentos, en un contexto inflacionario. “De cada $100 que paga un usuario de fletes, $ 40 son impuestos”, explicó Aguilar, dejando en claro que inflación y competitividad de la economía son dos caras de una misma moneda.
Es que el llamado costo argentino, que en gran medida se refleja en la suba de precios, define los alcances de la competitividad de la producción nacional, y se relaciona con las operaciones de logística y transporte.
Desde Fadeeac señalan que el mayor impacto a nivel de costos tiene que ver con aumentos de impuestos (nacionales y provinciales), tasas municipales, peajes y combustibles, en suma, aumentos derivados de decisiones que toma el Estado.
“Todo aumenta: la inflación creció 2,3% en marzo, y la preocupación del transporte de cargas, con estos números en alza, pasa por cómo los costos trepan y la competitividad sigue en la cuerda floja”, destaca sin eufemismos un comunicado de Fadeeac.
Justamente, la inflación de marzo puso en alerta a los empresarios transportistas. “El principal problema que perjudica la competitividad del transporte de carga tiene que ver con lo público, de los once insumos que mide Fadeeac, los cinco vinculados con el sector público ocupan el top five de los que más crecieron”, apuntó Aguilar.
En el primer trimestre, el costo del transporte de carga trepó 8,43%, casi dos puntos porcentuales más que la variación del IPC, que mide el Indec (6,7%). Según un relevamiento de Fadeeac durante los primeros tres meses del año se sumaron aumentos en patentes (30%) y peajes (26%), mientras el combustible, el principal insumo de la actividad que representa 35% del costo sectorial, aumentó 8%. A eso hay que sumar el último incremento del gasoil a principios de este mes, que varió entre 3,5% y 6% según las compañías.
Frente a eso, la buena noticia se relaciona con la implementación del uso de bitrenes (decreto 32/2018) que va a “generar escalabilidad y un aumento de la carga transportada, que va a mitigar un poco los costos”, señaló Aguilar.
El problema, sostienen, es el valor de las unidades (unos $6 millones) y la falta de financiamiento para que las empresas puedan renovar su parque móvil. Se estima que hay unas 120.000 unidades con más de 30 años de antigüedad.
Fuente: Revista Chacra